jueves, 28 de mayo de 2009

Antecedentes de la Vida Cotidiana de Los Colonos de Pantanosa

Educación de los Hijos...

Sólo algunos hijos de los colonos podían asistir a la escuela y esto se debe a que mayoritariamente la crianza o la vida cotidiana de las familias se basaba en el trabajo. Era preocupación permanente, trabajar la tierra para las siembras, cortar leña, cuidar de los animales y otros.

Nos cuenta la Señora Olga: “cuando estaba vivo mi papá, sembrábamos trigo, los hijos trabajábamos a la par, cortábamos leña, por eso que no fuimos a la escuela, teníamos que trabajar. Mi papá era muy exigente, muy exigente y uno, trabajaba tanto...Las chicas Andrade pudieron ir a la escuela, y nosotros las envidiábamos, cuando ellas volvían, nostras estábamos trabajando”.

Los hijos de colonos y los que posteriores asistieron al colegio, lo hicieron en la escuela que actualmente conocemos como Arturo Alessandri Palma de Frutillar Alto (ex escuela Básica N° 10).

Nos cuenta la señora Clénida: “Algunas familias tenían más dedicación para poder mandar sus hijos en el colegio, en el caso de la señora Adelicia, ella me cuenta que recibían “caldas” cuando no iban al colegio, no querían ir por que perdían sus zapatos y ensuciaban su ropa en el barro”.

Rol de las Madres...

Eva Del Carmen Cofré, esposa del Colono Isaías Emhart, tejiendo. Labor típica de las mujeres de la época
Las esposas o madres tenían por labor principal atender a sus maridos y criar y cuidar a sus hijos -los cuales tenían en gran cantidad - hacer la ropa, mantener la casa, por lo que no trabajaban en los quehaceres de las tierras.



Vestimenta de la Época...

Olga Emhart Cofré, hija del Colono Isaías Emhart hilando, actividad típica de la mujer de la épocaEn cuanto a la vestimenta a la que accedían los primeros colonos, era la que fundamentalmente se fabricaban ellos mismos, para lo cual ocupaban los sacos de harina, extrayendo de éstas la misma pitilla, a modo de hilo.

Comprábamos azúcar, arroz y harina, dice la Señora Olga Emhart, ocupábamos los sacos para hacernos ropa, y el hilo muchas veces era la misma pitilla, las sábanas también eran de sacos harineros, al igual que las toallas y la ropa interior.

No era muy habitual usar zapatos, se usaban los estaquillados, zapatos de cuero, pero clavados con clavos de madera.

Atención de Salud...

En cuanto al ámbito de la salud, no había servicio médico alguno en la zona. Era muy tradicional que los partos y las enfermedades menos graves se atendieran en las casas. Incluso se recuerda que algunos enfermos fueron llevados en carreta a atenderse en los alrededores por enfermedades más graves.

“Yo recuerdo, dice Don Alberto Ruiz, que a mi hermano el menor, lo llevaban donde vivía doña Teopista Antilef, había una casa, como una posta, donde estaba la “Población Emergencia”.

La Religión y las Celebraciones Festivas...

Actividades de Escuela Dominical de la Iglesia metodista. Luis Figueroa y la Pastora Irene Yáñez junto a los niños del sectorLos colonos no propiciaban ni promovían las celebraciones religiosas, pero si habían catequistas. La Semana Santa se celebraba porque no se trabajaba, en general no se iba a misa ni se rezaba en las casas. En navidad, se trabajaba.

“Nunca nos celebraron cumpleaños, dice la Señora Olga Emhart, sólo tengo recuerdo de ello hasta cuando éramos grandes”.
Mi padre, si celebraba su santo: San Juan, dice Don Alberto Ruiz. Y además, era rezador”.

Las fiestas comunitarias que se hacían eran en beneficio de las organizaciones que existían, como el club deportivo y las femeninas.

Velorios y Funerales...

Don Alberto recuerda, con respecto a los velorios:

“Eran como una fiesta, bien comida. Recuerdo que a don Isaías Emhart, lo velaron en la mesa, hicieron una mortaja negra, mientras hacia la urna don Esteban Águila, por qué lo recuerdo, porque no había pintura negra para pintarlo negro, así que lo hicieron con pasta de zapato, para que quede negra y… ahí bueno, se repartía la cena, el café, se tomaba, se hacían chistes, mucha alegría. Había harta solidaridad, cuando había una persona enferma se le iba a acompañar”.

Y la señora Clénida Nié recuerda que; “Los dolientes vestían con ropa negra, los otros, como iban a una fiesta, tenían que ir con la mejor ropa que tenían”. La ropa de los difuntos no debía tener lana, ni botones, ni alfileres.

En el caso de los Angelitos era lo mismo, pero la mortaja era blanca. La madrina era la encargada de dar la mortaja y depositarlo en la urna. En esa época, se morían muchos niños”.

3 comentarios:

  1. Desde la Historia ,desde la gente sencilla miramos el futuro con optimismo sabiendo que lo que hacemos hoy sera historia del futuro.Los niños de hoy esperan y merecen que trabajemos unidos para que cuando se hable de Pantanosa en 30 años mas ,se hable de como una comunidad trabajo para hacer mas grande a este hermoso sector de gente trabajadora.Felicitaciones a quienes trabajarton por reconstruir parte del pasado de Frutillar,Camilo Jerez

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  2. que buen aporte al conocimiento.
    Te pasastes por todo este material que has incluido en este blog
    rodolfo noriega

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  3. Ellos eran mis vis abuelos que lindo todo

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